La restauración no podemos definirla como la síntesis de las 2 etapas anteriores. Esta restauración tiene 2 etapas bastante definidas, y su nombre, a diferencia de la etapa europea (a partir de 1815), engloba desde 1875 hasta 1923, y tiene 2 sub-etapas y tiene un epílogo, la dictadura de Primo de Rivera, una dictadura pseudo-corporativa, un lapsus en el periodo ya que al caer el dictador se intentó restaurar el sistema pero no fue posible. Las etapas son 2 cuya línea divisoria es la crisis del 98. La primera fase será de un funcionamiento más o menos armónico, y la 2ª fase será “La España de los problemas” con problemas en todos los ámbitos.
A pesar de articular esta restauración en 2 etapas, este sistema estará inmerso en numerosas crisis que tienden a mejorar el sistema en algunos momentos, siendo la 1ª crisis en 1885 con la muerte de Alfonso XII, y en un país en el que 10 años antes estuvo inmerso en numerosos conflictos, el rey era fundamental para el orden. En 1898 es la gran crisis, pero después vendrán una serie de crisis como la Semana Trágica de 1909, la Crisis de 1917, la Crisis de 1921 con el desastre de Annual y la crisis de 1923 que acaba con el pronunciamiento militar de Primo de Rivera. Es una situación donde hay crisis que mejoran el sistema político y otras crisis que anclan el sistema político.
Una característica de este modelo, es que en la 1ª fase de este periodo los militares no están en el poder, pero si hay un acuerdo tácito de las organizaciones políticas de no llevar a cabo hostilidades para alcanzar el poder. Los militares debían dedicarse a cuestiones propias de defensa y de la guerra, pero no en asuntos políticos fuera de su rango, y los militares no serán usados como recursos por los 2 grandes partidos de la Restauración para alcanzar el poder. Los militares del S.XIX solían ser liberales. Vemos también intentos de Golpes de Estado alentados por las viejas personalidades, pero estos intentos se van a saldar con la ejecución de esos militares.
Todo esto cambiará a partir del desastre del 98, pasando a ser los militares omnipresentes en la vida, y estos estarán en el eje de muchas de las crisis posteriores como la de 1905 con la ley de jurisdicciones, la de la Semana Trágica de Barcelona, la de 1917 donde uno de los detonantes es el corporativismo del ejército, en 1921 observamos el Desastre de Annual, y ya en 1923 por fin dan el Golpe de Estado.
Con respecto a la restauración, no es un sistema democrático, sino un sistema liberal, de la oligarquía, por lo que es un sistema liberal oligárquico, donde a pesar del sufragio universal masculino, el gobierno es liberal pero no democrático, donde todos son co-participes de este sistema. La restauración de la monarquía, es fruta madura desde mediados de 1874, donde Serrano no ha podido hacer nada, donde la conspiración para traer al monarca era ya una realidad, por tanto aunque España era una república presidencialista y pretoriana dirigida por Serrano, los generales de Serrano participaban en esto para traer al rey. El eje principal de esto será Antonio Cánovas del Castillo, antiguo moderado puritano de la UL y siempre partidario de la dinastía reinante, entendía que la Monarquía Española debía renovarse con un sistema parlamentario de acuerdo con los imperativos de la época. Isabel II abdicó de sus derechos dinásticos a sabiendas de que no volvería al trono en 1870 en su hijo Alfonso. El príncipe se presentaba a los españoles con 14 años como un hombre con el pasado limpio, no comprometido con él, pero también como un hombre que era el heredero legítimo de la dinastía española. En el manifiesto de Sandhurst, de diciembre de 1874, la academia donde se forma. En este manifiesto cumple la mayoría de edad, y en vez de responder a las felicitaciones una por una, responde con un manifiesto en donde muestra que quiere renovar la monarquía, y ese manifiesto tendrá enorme repercusión.
Desde ese momento, al hacerse eso público, numerosos oficiales del ejército se declaran partidarios de secundar un movimiento a favor del príncipe, pero Cánovas se oponía, no quería que la restauración fuera objeto de un pronunciamiento militar, y al ser una persona muy hábil, creyó y prefirió que se le reconocieran a D. Alfonso los derechos dinásticos por tradición, no porque los militares quisieran, y seria después del 29 de diciembre de 1874, el general Arsenio Martínez Campos realizó su pronunciamiento, el cual tuvo también repercusión. Pese al pronunciamiento militar, encontramos (…) Ante el pronunciamiento, el general Serrano y su gobierno dimiten y se da paso a un ministerio-regencia bajo la presidencia de Cánovas, y el príncipe Alfonso sale de Paris a Marsella el 5 de Enero, embarca en una fragata a Barcelona, y por Valencia entra en Madrid el 14 de Enero de 1875, siendo coronado como Alfonso XII
La toma de poder de Alfonso XII se hace con un meditado plan que preveía resolver los puntos de peligro rápidamente y con gran eficacia, y una de las principales cuestiones fue la prensa, la cual fue sometida al régimen preventivo. Se determina la inviolabilidad de la corona, el debido respeto a la familia real, la prohibición de atacar directa o indirectamente el sistema monárquico, y esto se prolongará durante más de 6 años.
El principal problema era la cimentación jurídica de la situación jurídica y social del régimen nuevo que se ha puesto en marcha. Como cabeza pensante de esta transición encontraremos a Cánovas, y según este, el pluralismo desembocaba en un caos multipartidista, y Cánovas propone en su cabeza un pluralismo liberal limitado a la aceptación de la ortodoxia monárquica, donde los que tienen derecho a la tarta son los que tienen la ortodoxia monárquica, y de ahí sale la división entre partidos dinásticos y no dinásticos, algo fundamental para la época. Las partes extremas de ese partidismo van a ser excluidas del movimiento político, cayéndose los republicanos y los carlistas del juego político, lo que no significa que se les niegue todo, sin tener que alcanzar el poder
El canovismo va a convocar a las fuerzas conservadoras del país con objeto de cesar en la desunión e integrarse en una plataforma amplia donde cada uno buscara su lugar adecuada entre conservadores y liberales, elaborándose un modelo político con una serie de 5 puntos esenciales en su opinión para constituir esto, resumidos por Jose Luis Comellas, simples pero esenciales a los que denomina como verdades madre, indiscutibles, formando una constitución interna del país.
Libertad
Propiedad
Monarquía
Dinastía
Gobierno conjunto de rey y cortes
Son principios que según Cánovas formaban parte de nuestro carácter, no los promulga nadie y son nuestro destino histórico. Una vez admitidas estas verdades madre, todo lo demás es contingente (puede ser o no ser), y entiende que la política es el arte de lo posible, adaptado siempre a las circunstancias de tiempo y de lugar. La adaptabilidad significa también transacción, y en esa adaptación hay que entender esa transacción, ya que Cánovas es enemigo de posturas inflexibles. En política cada uno puede pensar de manera inflexible, pero hay que ceder para entenderse, y hay que reconocer al enemigo político los mismos recursos que utilizan los que están en el gobierno a la hora de organizar un sistema, sobre todo si es un sistema de juego limpio. Con ello, la oposición deja de ser un elemento revolucionario y peligroso para ser algo legal.
Con estas reglas de juego, habría un equilibrio de fuerzas contrapuestas, y la oposición en vez de ser una fuerza destructora pasaría a ser una fuerza constructiva, y el partido que gobierna no hará en nombre del régimen, y la oposición se opone al partido que gobierna en nombre del régimen, no oponiéndose al régimen (leal oposición). De esta manera, Cánovas va a conseguir un periodo de estabilidad política en la historia de España que va a hacer posible todo lo demás.
Cánovas forma una especie de Asamblea con todos los exsenadores, exdiputados, etc. que existían en el país, es una comisión de 39 personas que elaborarían las bases de la legalidad común. Las primeras cortes de la Restauración serán elegidas por sufragio universal, y esas Cortes son las que van a aprobar el proyecto de Constitución. Había sido elaborada y pensada por el propio Cánovas del Castillo, el planteamiento de Cánovas era la necesidad de evitar la deriva del sexenio, es decir, proteger al país de una democracia liberal regida por sufragio universal. La Constitución del 76 es breve, con 89 artículos, es una especie de intermedio entre la Constitución del 45 y la del 69, y en ella se van a regular los derechos y las libertades, pero van a quedar restringidos a los grupos monárquicos, dinásticos o quedarían diferidos a una legislación superior. La supresión de todos estos derechos quedaban en manos de los gobiernos, es decir, si el gobernador civil entendía que alguien se estaba pasando podía suspender las garantías constitucionales.
Tema importante va a ser el religioso porque tenía que adecuarlo a dos sensibilidades bastante contradictorias, por un lado el radicalismo liberal, ya durante el sexenio había reclamado la libertad de culto y separación iglesia-estado y también los planteamientos del integrocarlismo, partidario de la unidad católico. Previo a la Constitución Cánovas había introducido en su ministerio a Manuel Orovio, ministro de fomento, que tenía las competencias de educación, en febrero del 75 impuso que la enseñanza debía de observarse el dogma católico, y no solo eso, sino que con ello restablecía las medidas de 1857 y envía una carta a los rectores en la que se restablecía la disciplina y el orden, no se hiciesen explicaciones contra la monarquía, pero sobre todo no se explicasen otras doctrinas que no fuesen las oficiales del Estado. El planteamiento de Orovio arremetía incluso contra el propio Cánovas, era ultraconservador y pretendía no ceder desde su ministerio un avance político en la Restauración, esta medida hace que numerosos catedráticos de la Universidad dejasen sus cátedras y pusieran en marcha la institución de libre enseñanza. Finalmente quedó aprobado el artículo 11 de la Constitución que sustituye la libertad de culto y se indica que la religión católica era la propia del Estado, de otro lado, se autorizaba cualquier otra confesión religiosa siempre que no hubiera manifestaciones públicas de la misma, esto produjo numerosas protestas. Mediante ese artículo se permitía a la iglesia fundar y sostener establecimientos de instrucción y formación según manda la ley.
Un segundo problema era el tema del modelo electoral. Cánovas era partidario del sufragio restringido, y con respecto a la elección se recoge en la constitución que las dos cámaras, siendo la de los diputados nombradas por las juntas electorales, en las urnas quien determine la ley. Siendo los diputados nombrados por las juntas electorales mientras que el senado era algo más oligárquico estando representado por la alta jerarquía eclesiástica, las altas instituciones del país, siendo elegidos también los la ciudadanía. Desde el punto de vista político el reinado de Alfonso XII que llegará hasta noviembre de 1885, serán los seguidores de Cánovas los que más gobiernen pero entre 1885-1902, predominan los liberales sagastianos en el poder. En este momento en ESPAÑA se consolidan formas de gobierno de las más desarrolladas de los países de nuestro entorno. Se configuran dos partidos, con dos líderes ocupando el poder absolutamente: Cánovas y Sagasta.
En cuanto a la administración de justicia y organización territorial en la constitución la que más tiempo ha regido de momento, no hay propiamente un poder judicial, sino que se alude a la administración de justicia. La regulación de la vía judicial estaba regulada por la constitución pero también por la ley propia del poder judicial, anterior a la constitución, la restauración supone un robustecimiento del poder central, como contraposición a lo que había sido la experiencia federalista del año 73, y va a ser bastante combatida. No obstante, una cláusula permite la intromisión del poder central en las corporaciones locales, sometían la visión local a un cerco y podían destituirla si no se amoldaba a lo que tenían que hacer.
Si un partido o líder perdía la confianza de la corona debía retirarse, y si no tenía la confianza del parlamento podía dimitir o disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones, pero la disolución del Parlamento debe ser autorizada por el rey. El sistema político de la restauración funciona de arriba abajo, es decir aquel designado por el rey es el gobernante que fabricará el Parlamento y va a ganar las elecciones.
Existe una oligarquía política dirigente por hombres de los dos partidos, es decir, el partido A tiene su oligarquía y partido B tiene la suya, no solo dirigen la política sino también los grupos sociales del país; por otro lado existe una supervivencia señorial sobre todo en los medios rurales, que es lo que conocemos como el caciquismo.
En cuanto al caciquismo, en Madrid va a existir el “político”, en la comarca el “cacique”, y como intermediario la figura del gobernador civil que es el enlace entre político y cacique. El cacique no es una persona política, sino es influyente en la sociedad y no necesariamente debe tener dinero aunque si lo tiene facilita las cosas.
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