China es un país que a día de hoy consta de una extensión de unos 9.000.000 km^2 (unas 18 veces
España) y consta con más de 1.000.000.000 habitantes.
Antes de entrar en el gobierno de la República Popular China o de su revolución debemos hacer
una breve introducción de los antecedentes que se vivieron. En 1900 China era un país en una
situación de potencia semi – colonial, muy condicionada por la creciente penetración comercial en
la periferia por parte de las potencias occidentales (EEUU, Japón, Rusia, Francia, Gran Bretaña,
Alemania...) que no pretendían transformar a China en una colonia, ni ocupar el país sino controlar
el tráfico marítimo y comercial en los puertos de la zona este como 上海 (Shanghai).
Sin embargo ya para entonces el país mostraba símtomas de debilidad militar y sobretodo de un
aparato administrativo y burocrático también débil. Frente a esta situación surgieron unos
nacionalistas que pretendían defender la integridad de China y la expulsión de los extranjeros, y
frente a estos surgió un grupo en contra de ese Volksgeist chino, estamos en ese tránsito entre el
S.XIX y el XX, este grupo se consiguió organizar como partido político y lo formaban principalmentementes intelectuales, era el Kuominta, gentes urbanas occidentalizadas que pretendían la modernización del país conforme a pautas occidentales. Este grupo estaba liderado por Sun Yat-sen
quien dio un golpe de estado en 1911, el conocido como Levantamiento de Wuchang que es el
comienzo de la Revolución Xinhai y que acabó con la abdicación del último emperador chino, el
Emperador Xuantong (de nombre Puyi), con ello estableció la República Democrática de China
regida por en principio por las ideas del liberalismo europeo pero fue una república que en ningún
momento controló todo el territorio chino ni desde el punto de vista militar, ni político, ni social, ni
administrativo. Es más, las provincias del interior estaban controladas por señores de la guerra con
pequeños ejércitos que tenían confrontaciones internas entre ellos.
A partir de 1911 se vivió un período de inestabilidad política, de continuos enfrentamientos entre
esa república y los señores de la guerra. En 1921 en este contexto de dificultades se produjo la
creación del Partido Comunista Chino (PCCh) aunque aún estaba muy reducido, con una
implantación escasa y localizado principalmente en el Este del país, precisamente en la zona más
occidentalizada, aquella que había concentrado las inversiones extranjeras y donde había un cierto
tejido industrial. El PCCh a partir de 1921 creció paulatinamente merced a la dedicación de sus
militantes de manera que a lo largo de dicha década se consiguió convertir en un partido pequeño,
bien organizado y disciplinado que fue difundiendo su mensaje de salvación y fue creciendo en
importancia. Era un partido comunista que desde un punto de vista interno se había dividido en
dos ramas o facciones, por un lado una más izquierda y otra más moderada pero siendo ambos comunistas.
La facción moderada era partidaria de la teoría de las dos revoluciones, una idea ya elaborada por
Marx que exponía que primero era necesaria una revolución democrática burguesa que llevase al
poder a la burguesía y que fuese acompañada de un proceso de industrialización que implicase el
aumento del proletariado y que diese ocasión a que el carácter contradictorio intrínseco del
capitalismo provocase de manera natural la segunda revolución, la comunista (esto es lo que pasó
en la Rusia Zarista). Este grupo moderado defendía por tanto la necesidad de apuntalar la
República burguesa que se había instaurado, la que había establecido el Kuomintang y que estaba
presidida por Sun Yat-sen. Por lo que lo apoyaron para que controlase el territorio, incluso en los
años 1921 – 1927 hubo una colaboración cuasi – permanente entre militantes del PCCh y militantes
dirigentes del Kuomintang en la lucha contra el enemigo común, los señores de la guerra.
La parte radical era diferente, para ellos, teniendo en cuenta la realidad económica y social de
China, el actor de la revolución no podía ser el proletariado industrial ya que este era una minoría
muy localizada sino que el agente debía ser las masas campesinas que si estaban sujetos a
condiciones de explotación y que podrían llevar una revolución de carácter inmediato sin tener que
esperar a que se consolidase el proceso de industrialización ni la república burguesa.
Esta facción era la que estaba encabezada por Mao Zedong aunque también debemos destacar a
dos personas que después tuvieron cargos importantes durante el gobierno de Mao, Zhou En-Lai
que llegó a ser primer ministro de 1949 a 1976 y Lin Biao que fue vicepresidente y Ministro de
Defensa, aunque murió en misteriosas circunstancias.
A partir de 1927 el enfrentamiento entre las dos facciones quedó sin sentido alguno porque tras la
muerte de Sunt Yat-sen en 1925 la presidencia del Kuomintang y de la República recayó en manos
de un general, Chiang Lai-shek que no tenía el carácter dialogante de su predecesor y desplegó de
manera inmediata una persecución contra los dirigentes del PCCh, especialmente en Shanghai de
manera que ese grupo que defendía la idea de colaborar con la República quedó sin sentido y
consolidó la postura del grandioso y victorioso Mao.
A partir de 1927 se vivió una guerra civil a tres bandas entre el Kuomintang, que contaba con el
apoyo del ejército alemán, el PCCh y los señores de la guerra. De esa guerra, en 1934, el gran
derrotado fue el Partido Comunista y lo fue tanto que tuvo que replegarse hacia sus bases
primigenias en una larga marcha a pie de 3.500 km la llamada “marcha larga” en la que murió 1/3
de los que la iniciaron pero que tuvo dos efectos positivos para el PCCh que ayudaron a
consolidarlo: en primer lugar contribuyó a forjar y fortalecer el liderazgo de Mao al frente del
partido y además a medida que la larga marcha avanzaba, la columna de ciento de miles de
personas iban ocupando aldeas en las que procedían a la justa y encomiable expropiación de tierras de los terratenientes y las repartían entre los campesinos pobres, con dos cojones. De
manera que a lo largo de ese recorrido, el número de simpatizantes del PCCh se incrementó de
manera importante.
A partir de la invasión japonesa de la región de Dongbei Pingyuan (Manchuria) en 1937, la guerra
civil china pasó a un segundo plano, lógicamente se mantuvieron las discrepancias entre las
facciones pero hubo episodios de colaboración entre los nacionalistas y los comunistas en la lucha
común contra las ratas japonesas los nipones. Se generó un período de impasse pero a partir de
1945 – 1946 recobró toda su virulencia. Cómo es lógico de entender a partir de ese año los
partidarios del Kuomintang ya no tenían el apoyo del ejército alemán pero en cambio si lo tenían
del país más asesino de la historia, exportador de miseria, guerra, hambre y pobreza de Estados
Unidos, pero pronto los norteamericanos de mierda fueron conscientes de que el Kuomintang no
podía ganar porque era un partido débil, sacudido por escándalos de corrupción en aquellos
lugares donde controlaba el poder, porque sus dirigentes se comportaban deu na manera represiva
y autoritaria con toda la población, mientras que el PCCh tanto antes y sobretodo durante la
ocupación japonesa había crecido en popularidad, en militantes... USA renunció a China y esto
aceleró el triunfo del PCCh ya que se demostró que los sucios batracios nacionalistas sólo podían
hacer frente a los gloriosos comunistas, estandartes de la justicia con ayuda externa, la única forma
vil y asquerosa del capitalismo de derrotar a las viriles masas comunistas formadas por el legítimo
dueño de la historia, el pueblo, el proletariado, es a través de la unión de facciones fascistas e
imperialistas como se vio en el caso de China y como ocurrirá en Corea y Vietnam(así como
Afganistán u otros tantos ) que se consolidó en 1949 proclamando la República Popular China. El
ejército nacionalista y simpatizantes del partido huyeron y se refugiaron en la Isla de Taiwan que
era legítimamente china, allí intentaron convertirse en un Estado Independiente que aunque fue
reconocido por EEUU no lo fue oficialmente. Sin embargo ante la negativa de reconocer a China
como tal, permitió que Taiwan fuese el representante chino en la ONU y en el Consejo de
Seguridad algo a todas luces ilegítimo ya que debía ser el país regido por el excelentísimo Mao
Zedong.
La Situación de China en 1949 era extraordinariamente difícil, su economía descansaba sobre una
agricultura enormemente atrasada, basada en la sobrexplotación de una mano de obra abundante,
barata, con salarios muy bajos; además la agricultura contaba con una muy baja inversión, no se
trataba de una agricultura maquinizada. Existía además otro problema grave y es que China no
estaba interconectada, no existía una red de transporte que pusiese en contacto los puntos de la
inmensa geografía china por lo que no era nada raro que en el mismo lapso de tiempo hubiese
sobreabundancia de productos en una región y hambruna en otra. También debemos de añadir
respecto a la agricultura que la propiedad de la tierra tenía una estructura profundamente
desigual, estaba concentrada, salvo en aquellas zonas controladas por el PCCh donde la habían expropiado, confiscado y entregada al pueblo, en manos de sucios terratenientes y usureros.
En cuanto a la industria, esta era terriblemente escasa, solamente eran reseñables los grandes
centros de Shanghai y algunas zonas del este del país. La poca industrialización se aprecia en la
Renta Per Cápita que en 1945 era de 45 dólares al año mientras que el promedio mundial era 250.
La desigualdad social era tremenda tanto entre territorios (interior y periferia) como entre clases
sociales.
Con esta situación las primeras medidas del PCCh, de la disolución de los partidos políticos y
sindicatos que no fueran del partido comunista, las podemos desglosar en dos bloques: Reforma
Agraria e Industrialización, aunque lógicamente están ambas interrelacionadas porque no se puede
olvidar que el modelo económico de la RPC fue el mismo que se usó en la URSS, la colectivización y
la subordinación de la agricultura en favor de una industrialización rápida.
En lo que se refiere a las reformas agrarias, la primera medida consistió en la extensión de la
reforma que se había aplicado en los territorios que ya se tenían controlados anteriormente por el
partido, es decir, se procedió a la justa expropiación de los territorios controlados por los grandes
propietarios, por los terratenientes y se distribuyeron entre los campesinos pobres, los pequeños
propietarios y los obreros sin tierras. Se estima que la confiscación afectó a unos 43.000.000 de
hectáreas y se vieron beneficiados unos 300.000.000 campesinos pobres. Pero evidentemente la
creación de una enorme masa de pequeños campesinos no respondía ni al objetivo político, ni
económico del PCCh por lo que esta medida era un primer paso en el objetivo de ir avanzando
paulatinamente en el objetivo de crear una sociedad puramente comunista. De momento, lo que
se puso en práctica fueron una serie de medidas que intentaron fomentar las fórmulas de cultivo
en común mediante la creación de cooperativas voluntarias (de 25 – 50 socios) que agrupaban las
propiedades y la explotaban en común para asegurar la mayor eficiencia entre los aperos de
labranza así como el de los animales de tiro.
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